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8.15.2006

Pedro Medellín y la lentitud de respuesta

El patrimonio de los aportes de la Universidad Nacional está en riesgo por su lentitud

Pedro Medellín Torres.

Los convenios interinstitucionales sirven a las finanzas de las universidades y proveen el soporte técnico del que carecen muchas instituciones.

La lentitud

[...]
Las dudas en torno a las adiciones al convenio (que lo llevaron de un monto inicial de 620 millones a uno final de cerca de 16 mil millones de pesos) y el carrusel de contrataciones que en la administración del convenio, supuestamente, viene haciendo un grupo de profesores han llevado a calificarlo de una vena rota para las finanzas del país.

Sin embargo, según la información de la Universidad, en desarrollo de ese convenio se ha hecho seguimiento a 1.923 contratos, de los cuales se ha requerido a más de 700 contratistas para que reparen daños en las obras. De ellos, 349 respondieron efectivamente con reparaciones por un valor superior a los 12.800 millones de pesos. [El típico recurso de la manipulación: «Fue que se hicieron reparaciones y hubo muchos contratistas». Parece que se dirigiera a niños a los que confunde con las cifras y los aburre con la idea tan increíble de que para robar se inventen contratistas y reparaciones.] Y los 370 que no lo hicieron entraron en un proceso de aplicación de pólizas por un valor de 35.200 millones de pesos. [Fenómeno que merecería todo un artículo, pues da la impresión de que el dinero «invertido» a lo mejor se dobla.] Además, se informa que, en cumplimiento del convenio, se emitió el concepto que demostró los problemas del "relleno fluido" en la ruptura de las losas de pavimento de las obras de TransMilenio, Fase I, y que es parte clave del soporte técnico de las reclamaciones que hace el IDU en el caso. [Ahora viene el viejo recurso de descalificar los motivos del denunciante: «es que no le gustó que se descubriera lo del relleno fluido». ¿Ha explicado dónde está la plata? Se la dieron a los contratistas, ¿cuál corrupción? Realmente este hombre es un campeón del cinismo, ya demostró antes hasta qué punto puede mentir con el mayor desparpajo.]

Pero lo grave del asunto es que frente a los cuestionamientos a los trabajos de la Universidad (incluyendo acusaciones de plagio), las directivas no reaccionen a tiempo, mientras afuera se cae en el facilismo de estigmatizar los convenios como fuente de corrupción administrativa o como el germen que degrada la misión de la Universidad. [Sólo que las denuncias de Cambio son un poco más concretas. Al respecto no se dice nada, sino que la culpa es de las directivas que no reaccionan a tiempo. ¿Nadie recuerda esa falacia?]

Aun cuando hayan sido utilizados como un atajo para favorecer la contratación a dedo, los convenios interadministrativos tienen, al menos, dos grandes ventajas. Primera, porque con ellos se trata de corregir las deficiencias técnicas que tienen las entidades públicas para elaborar estudios y diseños o adelantar las labores de seguimiento y evaluación de las políticas que ejecutan o las obras que contratan. En un país que, para reducir el gasto público, ha optado por desmantelar las unidades que dan el soporte técnico al Estado, son las universidades una mejor alternativa para suplir esas deficiencias que las firmas de ingenieros asociadas a las familias políticas del Congreso y el Gobierno. [Claro, y mejor todavía que la familia del concejal embolador, y también que una comisión de presidiarios o de miembros de la Iglesia carismática. La falacia es un escándalo (aunque no en Colombia, muladar en el que el sentido común es el escándalo) porque por una parte pasa por encima del método de selección, como si precisamente no se hubiera recurrido a la universidad para perseguir la corrupción existente antes. ¿Por qué no evaluar las licitaciones abiertas? Usted tiene un dolor de muela y en lugar de ir a donde el «empírico» de toda la vida va a donde un odontólogo diplomado. El hombre le saca la muela que no es y cuando usted protesta le dicen que el odontólogo diplomado es mejor que un ignorante que sólo tiene habilidad manual. Ahí está la increíble ventaja. ¿Dónde? En el superlativo mejor. ¿O es que he entendido mal? ¿Cómo es que las firmas de ingenieros van a tener que estar asociadas a las familias políticas del Congreso? ¿Es imposible que a alguien se le ocurra abrir una licitación abierta? ¿Por qué son las universidades «una mejor alternativa»? Yo sé por qué: porque el lector odia a los congresistas, especie de pícaros que basan su poder en relaciones con clientelas calentanas y no en el juicio sosegado y maduro de los lectores de columnas de opinión de El Tiempo, muchísimos de ellos relacionados con la universidad. Vamos a hacer un lado la moralidad, dejemos que todos sean rateros, ¿no produce escalofríos la estupidez de esa «ventaja» expuesta?]

Y segunda, porque además de posibilitar un mayor acercamiento al país y de constituirse en fuentes alternativas de financiamiento, los convenios le han ofrecido a la universidad pública una oportunidad de desarrollo académico. No solo porque le han impuesto la obligación de aplicar conocimiento en la práctica, lo que ya es útil, sino también porque le han exigido estar al tanto de los problemas del país. [¡Eso sí que es un logro: sólo en la Nacional se va el dos por ciento del PIB, pero hacen falta contratos en los cuales los profesores puedan enriquecerse para que estén al tanto de los problemas del país!]

Así, por ejemplo, mientras el Gobierno propone una reforma tributaria que les reduce los impuestos a las empresas y amplía el IVA a la canasta familiar, la UN, a través de un convenio con la Contraloría General de la República, produce un informe que muestra con cifras la dimensión de los problemas de pobreza e inequidad que se registran en Colombia, poniendo en evidencia cuán inconveniente es la fórmula gubernamental. [¡Ése es el soporte técnico que proveen las universidades! Y después se escandalizan de que yo considere a Colombia un sitio más bien infecto, ¿dónde sería posible una falsedad semejante? Como ya expliqué en mi anterior post en País Bizarro, la función de la universidad es asegurar recursos para la carrera política de los profesores. Eso resultaría insignificante si se piensa en que después hay un desaprensivo con tanto desparpajo que presenta eso como soporte técnico sin que se le mueva la peluca. Respecto a ese informe, copio un comentario del profesor Alejandro Gaviria: El titular hacía referencia a un estudio de la Universidad Nacional, contratado por la Contraloría General de la Nación, según el cual los cálculos oficiales presentan yerros metodológicos evidentes que llevan a una sobrestimación de la mejoría social. En apariencia, se trata de una discusión metodológica fundamental. Pero, en realidad, no es más que un debate ideológico disfrazado de polémica instrumental. Una discusión oblicua. Exasperante. Y, en últimas, irrelevante para el diseño y la operación de la política económica y social. Para mentir así y presentar la propaganda política sufragada con los recursos de las víctimas como soporte técnico hace falta una constitución especial, una deformación del alma que produciría angustia en alguien que no pertenezca a ese infierno.]

Y como ese se pueden señalar un sinnúmero de trabajos e investigaciones que, comenzando por el estudio 'Violencia y democracia' elaborado por el Iepri, le han permitido a la UN acumular un patrimonio de contribuciones al país que hoy se está arriesgando por cuenta de la lentitud de sus directivas para reaccionar. [A lo mejor algún lector conoce ese informe, ¿seré muy audaz al suponer que en ninguna parte de él se desautoriza la abolición de la democracia promovida por El Tiempo y la Universidad Nacional (y sus fuerzas de choque y electorales) y pomposamente denominada «solución política negociada del conflicto social y armado»? Es la clase de soporte técnico que provee la Nacional: los colombianos no sólo deben resignarse a que los recursos se gasten en adoctrinar asesinos, sino que encima les deben gratitud a quienes los redimen de una vida tan injusta. Como ya he explicado antes, no hace falta ninguna otra explicación de la violencia colombiana, allí donde es tan fácil mentir siempre se termina matando a mucha gente.]

Comments:
si si, whatever you say jaimito...
¿Por qué no nos regalas un post sobre la 'detención' de los paras?, mira que el tema está calientico, ¿no tienes nada que decir? (conste que estoy siendo decente)
 
A MI LO QUE MAS RABIA ME DA ES QUE ESA UNIVERSIDAD CORROMPIDA EN TODOS LOS SENTIDOS SE ATREA DIZQUE A HACER ESTUDIOS SOBRE MUCHOS ASPECTOS DE LA VIDA NACIONAL Y PONGA EN TELA DE JUCIO MUCHOS ASPECTOS COMO EL MANEJO ECONOMICO LAS LOSAS DE TRASMILENEOS LOS BIOCOMBUSTIBLES ECETERA ¿SERA QUE ESA GENTE NO TIENE VERGUENZA? O SI LA TIENES ESTA MUY ESCONDIDA.
 
Anónimo de las 11.51 AM

Es que se trata de otra supra autoridad, como la Corte Constitucional, la Iglesia, etc. Colombia produce poca gente trabajadora pero millones que saben qué deben hacer los demás con sus recursos. La Nacional es un ejemplo.
 
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